La influencia del Diseño es mayor de lo que creemos. Sin ser conscientes de ello, diariamente interactuamos con bienes y servicios en los que el diseño está presente, desde las prendas de ropa que elegimos cotidianamente para vestirnos, hasta en el medio de transporte que usamos para desplazarnos.
Tal y como explica Manuel Estrada, galardonado con el Premio Nacional de Diseño 2017, en su entrevista del diario El País : Hay mucha gente que no entiende que, frente a las crisis, el diseño es un elemento estratégico. El Diseño es tan importante como la investigación.
Una buena gestión del diseño genera una gran ventaja competitiva, por ello es importante integrar el diseño en los planes de negocio.
Según un informe realizado por la Fundación Cotec para la innovación y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), en la última década la inversión en activos intangibles relacionados con el diseño y la publicidad ha aumentado un 18% en España. Este incremento genera un impulso en la economía y su desarrollo provocando, a su vez, que la demanda de diseño aumente gracias a los progresos culturales y económicos.
Los diseñadores solucionan problemas cómo el comportamiento y la percepción que tienen los clientes hacia un determinado producto. Solamente con cambiar el diseño del logo de una marca que estaba estancada, cambia a su vez el comportamiento del consumidor y podemos atraer su interés hacia la compra del producto.
Un ejemplo de ello es la marca KFC, que ha aumentado sus ventas gracias al rediseño de su imagen de marca. Sin perder el tema inicial, se ha añadido un delantal a la imagen del fundador de la compañía, para dar una imagen más servicial y profesional y así llegar al público actual.
Otro aspecto interesante viene de parte de el OED, Observatorio Español de Diseño. A través de un estudio sobre el valor económico del diseño en España llegó a la conclusión de que es necesario alentar el diseño implantando medidas a través de la educación y, con la colaboración del sector público y del privado.
No hay duda de su valor estratégico. El éxito del diseño reside en su capacidad para aportar valor a las ideas. Sin diseño no hay presentación para los productos y éstos pasan desapercibidos.
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