Los mapas, esos Mapas Ilustrados, ayudan a situar el espacio físico y sus elementos en un soporte manejable. Desde que los babilonios rascaron en una tableta de arcilla dos líneas paralelas y un círculo, que representaba el río Eufrates con su capital amurallada, hace casi 3.000 años, los seres humanos hemos estado produciendo imágenes en un espacio plano para posicionar nuestro lugar en el mundo.
Actualmente, vivimos en una era en la que los sistemas de navegación, gestionados por los omnipresentes satélites, parecen imprescindibles. Sin embargo, la artesanía insustituible de los Mapas Ilustrados continúa siendo muy valorada por el consumidor, ya que supone una expresión apasionante de la cultura visual contemporánea. En la actualidad, la narración visual tiene el máximo protagonismo y no concebimos una forma de comunicación que no esté sustentada por imágenes.
De acuerdo a lo que se quiere representar existen diferentes tipo de mapas. Por ejemplo, unos indican el relieve de un lugar, otros representan las divisiones territoriales, los hechos históricos…Hay mapas turísticos, geológicos, de comunicaciones, mapas clásicos, rutas artísticas, mapas gastronómicos, guías de vacaciones, etc.
Mapas impresos o mapas interactivos para dispositivos móviles, da igual, los Mapas Ilustrados siempre cautivan. Lo que, en un principio, nació en un nivel más intuitivo ha evolucionado con el tiempo en un sofisticado instrumento visual para expresar nuestra naturaleza curiosa y dar sentido a la tierra que nos rodea. Los Mapas Ilustrados se convierten en un artilugio que nos traslada con sus imágenes y nos invita a fantasear. Cualquiera que sea su propósito o tema, tienen una belleza que nos atrae irremediablemente.
‘¿Podría haber sido el dibujo de mapas el que impulsó a nuestros antepasados más allá del umbral crítico que los otros monos no cruzaron?’, especulaba el biólogo británico Richard Dawkins, en referencia a que los mapas han contribuido a desarrollar todo lo que nos hace humanos. A entender el tiempo y el universo.
Algunos ejemplos en los que Ilustración y Mapa forman un tándem inseparable:
A través de la colaboración con ilustradores locales, este estudio español ha publicado cerca de de 20 mapas de tres ciudades hasta la fecha: Madrid, Barcelona, y Londres. El mapa del Barrio Gótico de Barcelona es del artista Chamo San.
Un equipo berlinés de ilustradores y diseñadores que crean mapas muy originales, como éste mapa de las rutas surferas internacionales.
La artista canadiense realiza diferentes trabajos editoriales, entre los que encontramos sus mapas ilustrados.
Una creativa que se desenvuelve en múltiples campos del Diseño y la Ilustración, muy en la línea actual del Visual Thinking.
Ilustrador catalán de marcado estilo conceptual, como vemos en este ‘Bedcelona’ , el plano que indica dónde dormir en Barcelona.
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